Es la congruencia que debe guardar el Plan Estatal de Desarrollo para coadyuvar al cumplimiento de los objetivos nacionales, que permita alcanzar el desarrollo equitativo, incluyente, integral, sustentable y sostenible del país, con perspectiva de interculturalidad y de género, que tienda a la consecución de los fines y objetivos políticos, sociales, culturales, ambientales y económicos contenidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.